El Comité Consultivo de Pesca de Larga Distancia de la Unión Europea (UE) -que agrupa a la flota y a las ONGs- ha pedido que se acaben las “excepciones fiscales” a las importaciones pesqueras de Noruega, por el comportamiento de este país en la asignación de cuotas en caladeros compartidos.
El organismo consultivo, con sede en Madrid, ha aprobado un dictamen en el que defiende que la UE, en sus relaciones con Noruega, promueva “una sostenibilidad social y medioambiental pesquera y acuícola”, ya que considera que el país escandinavo está infringiendo esos principios.
En concreto, señala que Noruega es el mayor exportador de productos de la pesca y la acuicultura a la UE, con un 27,4 % del total, es un socio comercial “importante” pero desde el Brexit ha adaptado una postura “agresiva contra los intereses pesqueros” comunitarios.
En concreto, ha criticado la gestión pesquera y ha argumentado que Noruega se está “apropiando” de la cuota de bacalao de la flota comunitaria, además de fijar cupos de caballa (verdel o xarda) “excesivos e injustificados”, lo que causa sobrepesca.
“El comportamiento de Noruega no solo amenaza la competitividad de las empresas comunitarias sino que también genera gran preocupación sobre la sostenibilidad de las condiciones de la producción pesquera y acuícola de este país”, según el comité, que ha criticado especialmente la producción de salmón de acuicultura.
A su juicio, el cultivo intensivo del salmón “no es sostenible” y sus efectos medioambientales están “muy documentados”, además de emplear harinas de pescado de Mauritania, lo que “socava la seguridad alimentaria de millones de personas” en África occidental.
“Es importante que las futuras negociaciones con Noruega se basen en un mandato que tome suficientemente en consideración la necesidad de que los productos noruegos de la pesca y la acuicultura sigan las reglas y normas internacionales en materia de sostenibilidad y de bienestar de los peces”, según el dictamen.