Las reservas de pesca en la Comunidad Autónoma de Andalucía

05 de noviembre de 2018

La creación de reservas de pesca tiene como principales objetivos la protección de los recursos pesqueros y el apoyo al sector pesquero artesanal frecuentemente ligados a la conservación del medio marino. Esto conlleva necesariamente una mejora sustancial de la actividad socioeconómica de las poblaciones costeras de influencia al consolidarse la actividad pesquera asociada a estas zonas. La adopción de medidas técnicas específicas sobre la actividad pesquera, conllevan necesariamente una mejora en la sostenibilidad de dicha actividad, favoreciendo entre otros, la reproducción, desove, cría y engorde de las especies de interés pesquero.

En Andalucía, en la actualidad disponemos de dos espacios marítimos protegidos como Reservas de Pesca. En primer lugar, la Reserva de Pesca de la Desembocadura del río Guadalquivir, creada en año 2004, y la Reserva marisquera del litoral de la provincia de Huelva, creada esta última más recientemente, en el año 2011.

Reserva de Pesca río Guadalquivir

La desembocadura del río Guadalquivir es un enclave de gran importancia para la ecología marina del Golfo de Cádiz, ejerciendo una influencia determinante en la actividad pesquera que se desarrolla en la parte occidental de Andalucía. Las condiciones ambientales de esta zona, favorecen la cría y engorde de numerosas especies marinas de peces, moluscos y crustáceos, muchos de ellos de gran interés pesquero, y que constituyen importantes pesquerías profesionales en la zona.

Cuando se declaró la Reserva de Pesca en el año 2004, ocupaba una superficie total de 202 km2, concretamente desde el caño Martín Ruiz (Sevilla) dirección sur hasta Sanlúcar de Barrameda (Cádiz); y toda la franja del litoral del Espacio Natural de Doñana dirección norte hasta el límite con el municipio de Matalascañas (Huelva). La Reserva se dividió en tres zonas (A, B y C), en las que se llevó a cabo una regulación específica adecuada a las características del medio físico y biológico de cada una de ellas. El establecimiento de esta zonificación se fundamentaba en la existencia de condiciones físico-químicas y biológicas diferenciadas según la proximidad a la desembocadura del río Guadalquivir, aspectos que los estudios realizados han refrendado.

Posteriormente, los diferentes estudios científicos llevados a cabo en las áreas de influencia de la misma, han puesto de manifiesto que las zonas de Reserva adyacentes al estuario, presentan una elevada abundancia de individuos de talla comercial de chirla y coquina, convirtiéndose estas zonas en un reservorio de reproductores, y por tanto, aportando una gran proporción de los ejemplares de coquinas y chirlas que posteriormente constituirán las poblaciones adultas que se capturarán en el resto del litoral. En este sentido, en el año 2010 se amplió la superficie total de la Reserva, y en concreto, se modificó la superficie de la zona A hasta hacerla coincidir con el caño de la Esparraguera, así como la incorporación de una nueva zona denominada D, en la zona de poniente, con el objeto de que contribuyera a una mejor y mayor protección de la reserva, de forma que actualmente la superficie total de la Reserva de Pesca del Guadalquivir es de 402,06 km2.

Reserva Marisquera en Huelva

El interés comercial de la coquina ha dado lugar al desarrollo de una pesquería profesional en la que participan dos modalidades de extracción, el marisqueo a pie con rastro manual, y el marisqueo desde embarcación con rastro remolcado, lo que permite la explotación de los bancos de coquina en toda su distribución batimétrica. Sin embargo, la actividad de marisqueo no profesional, sin licencia, ha venido dificultando la gestión de este recurso, poniendo en riesgo la conservación de los bancos, la rentabilidad de las explotaciones profesionales, y la seguridad de los consumidores.

Por tal motivo, en el año 2011, la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, creó la Reserva Marisquera en el litoral de la provincia de Huelva, la cual está formada por un total de 4 zonas especialmente idóneas para el desarrollo de esta pesquería (dos a poniente, una central y una a levante) donde se establece un régimen de protección especial, al objeto de garantizar la conservación principalmente de los bancos de coquinas y la sostenibilidad de esta actividad.