La Universidad de Vigo presenta su primer buque oceanográfico con propulsión híbrida enchufable

29 de febrero de 2024

La Universidad de Vigo ha presentado una de sus infraestructuras de investigación más importantes, modernas e innovadoras: el buque oceanográfico CIM UVigo, el primer buque de uso profesional construido en España con propulsión híbrida enchufable.

El buque, construido por el astillero gallego Rodman Polyships, tiene una eslora de 19,5 metros, manga de 5,4 metros y un calado de 1,40 metros. Además, está equipado para realizar tareas de investigación científica en mares y aguas costeras. El presupuesto total para la construcción de este buque ha sido de 1,5 millones de euros, pero lo cierto es que el proyecto se ha financiado con las ayudas concedidas por la Agencia Estatal de Investigación, perteneciente al Ministerio de Ciencia e Innovación, para la adquisición de equipamiento científico-técnico de última generación en el marco del Plan Estatal de Investigación e Innovación Científica y Técnica 2017-2020, resuelto en noviembre de 2021.

Gracias a estos Fondos NextGeneration, el Centro de Investigaciones Marinas, CIM-UVigo, está dotado de una infraestructura que reforzará la posición de Vigo, y de Galicia en general, en la investigación oceanográfica costera, lo que le permitirá abordar con mayor seguridad y competencia algunos de los retos sociales más críticos relacionados con el cambio climático y ambiental, la pesca, la biodiversidad o la gestión de riesgos.

Aunque se trata de un buque con propulsión híbrida enchufable, cuenta adicionalmente con un sistema de generación de energía basado en paneles solares con células policristalinas conectadas a un cargador y dos aerogeneradores vinculados a sus sistemas de control. Se trata, por tanto, de un buque respetuoso con el medio ambiente y con un modelo de gestión eficiente que facilitará la obtención de datos oceanográficos de gran calidad técnica.

Características técnicas

El buque, que contará con una tripulación máxima de 12 personas, incluye elementos en cubierta como una grúa en uno de los costados, un pórtico en popa y un cabrestante para el manejo y despliegue de equipos pesados como rosetas, probadores, redes, ROV, etc.

El casco y la cubierta del buque han sido fabricados en poliéster reforzado con fibra de vidrio. Debajo de la cubierta se encuentra la zona de acondicionamiento, laboratorio, tanques y sala de máquinas.

El compartimento de habilitación y el laboratorio están aislados acústica y térmicamente del compartimento del tanque y de la sala de máquinas.

La zona habitable consta de un camarote con dos literas para cuatro tripulantes, un baño completo, un comedor con cocina, un laboratorio y espacio para guardar equipos y suministros.

Aunque la embarcación puede navegar en modo eléctrico, sin necesidad de utilizar ningún combustible fósil, también cuenta con un motor diésel de cuatro tiempos, sobrealimentado y con refrigeración por aire de carga, con una potencia mínima de 815 CV para asegurar una velocidad máxima de 15 nudos y una velocidad de crucero de 12 nudos, lo que le dota de una autonomía de 16 horas de navegación continua o 350 millas (al menos en ambos casos).

En concreto, el barco es capaz de navegar de forma 100 % eléctrica a velocidades de hasta 10 nudos y con una autonomía de más de una hora a 5 nudos en modo eléctrico.

Capacidades científicas

El buque ha sido diseñado para realizar misiones de investigación científica multidisciplinares, como el análisis de las características físicas, químicas o biológicas del agua de mar y los sedimentos, la realización de tareas de observación y cartografía del ecosistema marino, sus hábitats y del fondo y subsuelo marino.

También tendrá capacidades para la instalación y recuperación de equipos oceanográficos fondeados, como boyas oceanográficas, el lanzamiento de muestreadores y perfiladores, y el apoyo logístico a vehículos submarinos no tripulados (ROVs en sus siglas inglesas) de tamaño mediano y pequeño.

De esta forma, el nuevo buque permitirá llevar a cabo observaciones in situ que complementarán las realizadas por sistemas de teledetección (por ejemplo, satélites) y que podrán durar largos periodos de tiempo.

Además, es particularmente útil para la detección de patrones y tendencias que requieren de la adquisición de datos con una amplia distribución geográfica (como cambios en la frecuencia y distribución de afloramientos costeros) o series temporales significativamente largas (como el impacto del cambio climático).