La llegada del nylon al mundo de la pesca pasada la mitad del siglo XX supuso una gran mejora en la fabricación de artes de pesca profesionales, principalmente en lo referente a redes y líneas de palangre. Pero también se benefició de ello la pesca recreativa y deportiva.
De la pesca profesional, existen numerosos estudios científicos en todo el mundo que han abordado seriamente las consecuencias de su impacto en el ecosistema marino. Sin embargo, el impacto que tiene la pesca recreativa en la fauna marina es hoy en día un gran desconocido.
Cada año mueren cientos de gaviotas y algunos limícolas en la provincia de Málaga debido a las heridas que les causan los sedales y anzuelos de esta modalidad de pesca. Valga como ejemplo que el 3.7 % de los pollos de gaviota patiamarilla anillados en Fuengirola en 2020 han resultado muertos o gravemente afectados en el primer mes de vida libre por sedales de pesca con anzuelo. Muertes que son evitables si la basura se lleva a casa en vez de abandonarla en cualquier sitio.
En Málaga hace décadas que venimos detectando con impotencia los daños que causan en las aves costeras los restos de nylon, anzuelos y señuelos de la pesca recreativa abandonados en playas y rompeolas. Ante la inacción o limitación de recursos de las administraciones competentes para abordar este problema, un grupo de ornitólogos marinos de Málaga hemos decidido llevar a cabo una campaña de concienciación entre el colectivo de pescadores recreativos y también de asistencia a las aves marinas heridas.
El objetivo es (1) que se reduzca la cantidad de basura pesquera en playas y espigones, (2) crear conciencia acerca de este problema en el sector de pesca recreativo de la provincia y (3) asistir a las aves marinas afectadas para su recuperación y liberación de nuevo en el medio marino.
Para ello hemos elaborado carteles informativos sobre este problema con unas sencillas instrucciones que tanto pescadores como bañistas pueden seguir para colaborar con esta iniciativa. Los hemos distribuido a través de redes sociales y en algunos lugares estratégicos, como accesos a playas y espigones. Y ya están dando los primeros resultados, puesto que en una semana hemos conseguido asistir a casi una decena de gaviotas rescatadas por particulares.
A esta iniciativa se han sumado altruistamente veterinarios profesionales de ciudades costeras de la provincia, la asociación Ciriana y Ecologistas en Acción ciudad de Málaga.
Esta actividad se verá complementada al final del verano con unas jornadas ciudadanas de limpieza y recogida de sedales abandonados en playas y espigones. Estas jornadas consistirán en recorrer la mayor cantidad de litoral posible y dejarlo libre de estas trampas mortales para las aves costeras. Podrán participar colectivos ciudadanos, organizaciones, personas a título personal, etc. Y esperamos que dichas jornadas se conviertan en una herramienta eficaz de divulgación de este problema para que entre todos consigamos el propósito de “basura pesquera cero” en la provincia.