El Reino Unido pone fin al derecho de pesca de las flotas europeas

26 de noviembre de 2020

El Gobierno del Reino Unido anunció este martes la entrada en vigor de la legislación que pondrá fin el próximo 31 de diciembre al derecho automático de las flotas de la Unión Europea (UE) a pescar en aguas británicas.

La Ley de Pesca, que ha recibido el asentimiento real por parte de la jefa de Estado, Isabel II, después de una tramitación parlamentaria de diez meses, otorga al Ejecutivo la capacidad para expedir sus propias licencias pesqueras y desarrollar políticas independientes en ese ámbito.

Se trata de una de las múltiples directivas que el Gobierno está tramitando contrarreloj, antes de que termine el periodo de transición del Brexit, para repatriar poderes que desde hace 40 años dependían de la legislación comunitaria.

Retomar el control de las políticas pesqueras permite al Reino Unido negociar el futuro acceso a sus aguas con la Unión Europea, precisamente uno de los aspectos que ha bloqueado en los últimos meses un acuerdo sobre la futura relación entre ambos lados del canal de la Mancha.

Bruselas quiere mantener un acceso continuo a las aguas británicas y un sistema de cuotas prefijado a largo plazo, mientras que Londres exige negociar anualmente esos arreglos.

A pesar de que la pesca representa tan solo cerca de 0,1 % de la economía británica, este aspecto de la negociación con la UE tiene una especial relevancia política en el Reino Unido.

Durante la campaña a favor del Brexit en 2016, el ahora primer ministro británico, Boris Johnson, esgrimió que la recuperación del deteriorado sector pesquero sería uno de los beneficios de la ruptura con la UE.

“Este es un enorme momento para la industria pesquera del Reino Unido”, afirmó en un comunicado el ministro de Medioambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, George Eustice.

“La Ley de Pesca deja clara nuestra intención de continuar operando en el escenario mundial como un Estado costero líder, responsable e independiente”, agregó.

El director ejecutivo de la Federación Nacional de Organizaciones Pesqueras, Barrie Deas, dio por su parte la bienvenida a una ley que “ha superado con éxito los escollos que entrañaba la Política Pesquera Común”.

“Otorga un marco de trabajo equilibrado y un sistema mucho más ágil y flexible para manejar en el futuro una pesca sostenible, consistente con el nuevo estatus del Reino Unido como Estado costero independiente”, indicó Deas.

El texto otorga el control al Reino Unido sobre las aguas hasta 200 millas náuticas de sus costas.

En septiembre, el Gobierno británico ya firmó con Noruega, un país miembro del Espacio Económico Europeo (EEE) pero no de la UE, su primer acuerdo pesquero en 40 años, que entrará en vigor el 1 de enero.