El 61% de la cartera de pedidos a nivel mundial de 2022 podrá usar combustibles alternativos

28 de febrero de 2023

Según un informe publicado recientemente por la consultora Clarksons, el 61 % del tonelaje total de encargos para la construcción naval durante 2022 fue destinado a nuevos buques con capacidad para operar con combustibles alternativos.

Por otra parte, y según ese mismo informe, los precios para la construcción naval se incrementaron un 15 % el año pasado, y todo ello a pesar de que el número de nuevos pedidos se redujo en torno a un 20 % en términos de CGT con respecto a 2021.

El porqué de esta subida de precios se debe a que los pedidos realizados en 2022 han sido de buques de mayor complejidad, como por ejemplo los metaneros con un valor total de 39.000 millones de dólares (en torno a los 36.433 millones de euros). Dicha cifra ha hecho que el valor de los encargos aumente un 6 % hasta los 124.300 millones de dólares (sobre los 116.111 millones de euros).

Asimismo, según el informe de Clarksons, los encargos en 2022 han correspondido fundamentalmente a buques metaneros, que además alcanzaron una cifra récord de 182 unidades, lo que significa un 36 % del total en términos de CGT. En segundo lugar, aparecen los buques portacontenedores con un total de

350 unidades y un 29 % de las CGT, seguidos de los buques para el transporte de carga rodada con 69 unidades y un 2,4 % de las CGT.

Sin embargo, los encargos para la construcción buques petroleros y graneleros en 2022 cayeron de manera significativa un 64 y un 54 %, respectivamente, a pesar de la mejora de los mercados de fletes de ambos tipos de buques.

Por todo ello, Clarksons cree que para este año se mantendrá la tendencia alcista de nuevos pedidos de buques metaneros, y que aumentará el número de encargos de buques petroleros.

China: Líder en pedidos y entregas

Atendiendo a los pedidos por países, la mayor parte de los encargos en 2022 fueron a parar a China, con un 49 %, y a Corea del Sur, con un 38 %; mientras que Japón redujo el número de contratos un 50 % respecto a 2021.

En cuanto a las entregas de nuevos buques, también sufrieron un descenso del 8 % respecto a 2021. Así, China sigue a la cabeza con un 47 % del total de las entregas en 2022, seguida de Corea del Sur con un 25 % y de Japón con un 16 %. Las entregas producidas por los astilleros europeos representan, tan sólo, el 8 % y 2,5 millones de CGT, gracias, sobre todo, a las entregas de buques de crucero.

En cuanto a la inversión realizada por los armadores para la construcción de nuevos buques, destacan por encima del resto las navieras chinas con una inversión total de 18.000 millones de dólares (sobre los 16.849 millones de euros), seguidas por las japonesas con 15.100 millones de dólares (en torno a los 14.134 millones de euros), y en tercer lugar aparecen las italianas con una inversión de 11.000 millones de dólares (alrededor de los 10.296 millones de euros). Entre los tres países aportaron el 36 % de la inversión en nuevas construcciones navales.

El informe de Clarksons dice también que la capacidad de construcción naval es actualmente un 40 % inferior a la que había hace una década. En concreto, en este momento existen en todo el mundo 131 astilleros activos frente a los 320 de 2009. Por otra parte, la cobertura de la cartera de pedidos de los astilleros ha aumentado 3,5 años frente a los 2,5 años en 2020.

Según Clarksons, la progresiva descarbonización del transporte marítimo, junto con la introducción de combustibles alternativos, tendrá como resultado la renovación de la flota mundial durante los próximos diez años. Y todo esto será posible gracias a la entrada en vigor de las normas de la OMI sobre la eficiencia de los buques, y también a la entrada del transporte marítimo en el sistema de comercio de emisiones de la UE, previsto para 2024.

Por último, según datos del informe de Clarksons, más de la mitad del tonelaje encargado en 2022 (397 buques y 36,7 millones de GT) incorporaba motores duales de gas natural licuado; un 7 % (43 embarcaciones y 5 millones de GT) podría utilizar metanol como combustible; el 1,2 %, compuesto por buques híbridos, estaba listo para utilizar sistemas de baterías; y el 1,1 % (17 barcos y 0,8 millones de GT) podría usar gases licuados del petróleo. Asimismo, un 10,8 % de las embarcaciones (90 unidades y 7,7 millones de GT) estaban listas para emplear amoníaco como combustible, el 1,4 % (31 pedidos de buques) preparados para utilizar gas natural licuado, el 0,1 % listos para usar hidrógeno y 22 pedidos de nuevos buques metanol como combustible.