Como se evalúa el equilibrio de la flota y sus repercusiones

22 de julio de 2017

Autor: Nicolás Fernández Muñoz. Técnico de Pesca

En base al Reglamento (UE) nº 1380/2013  del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la Política Pesquera Común, si la evaluación de la capacidad anual de la flota nacional, demuestra claramente que la capacidad pesquera y las posibilidades de pesca no se mantienen en equilibrio efectivo, se elaborará e incluirá en el Informe Anual un Plan de Acción para los segmentos de la flota que tengan un exceso de capacidad estructural. El plan de acción establecerá los objetivos de ajuste y los medios para lograr el equilibrio, así como los plazos previstos para la aplicación del plan (artículo 22).

Así comienza el Plan de Acción de la Flota en España elaborado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, pero cabría preguntarse cómo se mide realmente el equilibrio de la flota, y a qué se refiere realmente la capacidad estructural, nos basamos en lo expuesto en dicho Plan, define como:  La capacidad pesquera definida mediante el arqueo bruto y la potencia es un concepto clave que se utiliza para supervisar el tamaño de las flotas de los Estados miembros y aplicar controles y medidas del esfuerzo pesquero con objeto de adaptar las flotas a las posibilidades de pesca.”

Este concepto de la capacidad pesquera al que se ha hecho mención debe hacer reflexionar sobre si realmente el equilibrio de la flota se puede medir exclusivamente, o fundamentalmente,  por datos sobre las dimensiones, o si solo nos atenemos a datos estadísticos.

Los datos sobre la situación de la flota, siempre va a estar influido en nuestro caladero nacional por múltiples variables, por mucho que algunos se empeñen en tener en el punto de mira a la flota pesquera profesional como principal factor, única y exclusivamente para evaluar la sostenibilidad de los caladeros.

Esto se agudiza aún más si nos referimos al segmento de la flota pesquera de artes menores, diría más aún, a la flota de artes menores o de pequeña escala. Por ello cualquier documento de evaluación que no tenga en consideración otros parámetros, seria incompleto y haría un tremendo daño a esta flota pesquera.

Esto afectaría a todas las medidas que si bien recoge la Política Pesquera Común, no podrían aplicarse por las propias actuaciones que se tendrían que adoptar, sin que luego repercuta en una realidad o en la obtención de los objetivos de “equilibrio”, dado el falseamiento de datos que ya en su día el Tribunal de Cuentas Europeo puso de manifiesto.

Todo ello, es decir, el hecho de incluir en un segmento en equilibrio una flota sin contar con toda la información o sin que ésta tenga la solidez necesaria, supondrá un obstáculo para la obtención de ayudas del Fondo Europeo Marítimo de la Pesca para determinadas acciones de la flota y que sí podrían lograr el “equilibrio” que no terminamos de ver.

Por tanto, no es recomendable ni adecuado medir el equilibrio o el desequilibrio de una modalidad de pesca o flota, ni se les puede asignar un valor cuantitativo, dada la complejidad de los factores que deben tenerse en cuenta si aplicamos el enfoque de sostenibilidad en sus tres dimensiones (biológicos, económicos y sociales).

Por tanto, las evaluaciones descriptivas cualitativas del grado de equilibrio o desequilibrio entre la capacidad de la flota y las posibilidades de pesca son útiles cuando se basan en datos correctos, concretos y variados.

Por esa razón y no otra, se hace necesario que se revisen los informes existentes (Plan de Acción de la flota española), es necesario que nos ajustemos a la realidad, es fundamental que los datos emanen de las informaciones reales sobre la situación de nuestros caladeros, de datos estadísticos reales que también estén sustentados en las variables que hayan podido converger. Sin olvidar por supuesto los datos sociales en los que se pueda observar entre otros que no existe interés alguno en modernizar o invertir en mejorar y hacer más rentable la flota porque está abocada a su desaparición, o no tener en consideración el número de jóvenes pescadores que tenemos en nuestros puertos.

¿Cuál es por tanto el desequilibrio de la flota? En el caso concreto de la pesca de artes menores (enmalle, anzuelo y trampas) del Golfo de Cádiz tenemos de momento una pesquería que se sostiene a pesar de la presión que ejercen sobre él una reducida flota artesanal frente a una importante flota recreativa que creció de una manera desorbitada. Incluso algunos individuos desacreditando a los recreativos lo utilizan como medio de vida de manera ilegal “los furtivos”, por lo que biológicamente está de momento en equilibrio esperando que se mantenga gracias a la aportación de los propios pescadores en un trabajo importante de protección en determinadas áreas como la desembocadura del Guadalquivir y el área de Islote de Sancti Petri a Cabo Trafalgar.

El equilibrio desde el punto de vista de los datos económicos nos viene dado por unas estadísticas elaboradas a partir de unos cuestionarios que se envían a las organizaciones del sector, y la media de los últimos cinco años demuestra claramente una sostenibilidad en el segmento de artes menores del Golfo de Cádiz.

Todo ello sin perjuicio de las condiciones atmosféricas que hemos sufrido desde julio de 2016 a junio de 2017 que ha sido la causa fundamental que ha llevado a la paralización de la flota y por tanto ha reflejado una bajada en determinadas pesquerías sobre todo las más cercanas al Estrecho de Gibraltar, sin que ello suponga un desequilibrio entre la capacidad de la flota y las posibilidades de pesca.

Desde el punto de vista social tenemos otra gran aventura, y es el análisis de la situación social de los pescadores en este segmento de flota. Una flota que tiene una media de edad joven, una flota que está midiendo las posibilidades de hacer inversiones en la instalación de motores de bajo consumo, en la adaptación para algunos poder ejercer la actividad de pesca turismo, y la de mejorar la comercialización de los productos, etc. Por tanto no puede estar en desequilibrio quienes creen que el mantenimiento de la actividad es sostenible sin planteamientos de reducción de flota.

Confío en el nuevo equipo joven que desde la administración ha elaborado el nuevo informe relativo al Plan de Acción de la flota en España, sin que hasta el momento se conozca y ojalá que pueda poner en marcha una revisión del anterior porque los datos que de él emanan no se corresponden con la realidad, y por esto está perjudicando seriamente a una flota que es sostenible y por tanto no solo está en equilibrio sino que esperamos que siga estándolo.