Las lonjas de los puertos cántabros de Santoña y Laredo han subastado este miércoles las primeras partidas de bocarte (anchoa) desembarcas en Cantabria, lo que supone el pistoletazo de salida a una de las principales campañas de pesca para la flota de bajura.
Si bien, por el momento, el tamaño de la anchoa es de abra -de unos 60 granos- y no propiamente de la costera, los casi 22.000 kilos que han entrado en Cantabria se han despachado a un precio medio de 4,35 euro/kilo, una cifra “escasa” para los pescadores y “suficiente” para los distribuidores que destinarán la mercancía para consumo fresco.
Según ha explicado a EFE en el puerto de Laredo el patrón de la embarcación Nuestro Padre Tonino, Antonino San Martín, aún es “pronto” para sacar conclusiones y confía en que “en unos días” empiece a entrar mayor número de capturas y de mejor tamaño.
De hecho, hasta mediados de marzo no empezó a aflorar la anchoa en la pasada campaña, por lo que estos primeros coletazos sirven para “calentar motores” y para que las lonjas cobren vida tras meses de “escasa” actividad.
La costera del bocarte comenzó el pasado viernes, 1 de marzo, pero ha estado condicionada por el temporal marítimo y hasta ayer, martes, la mayoría de las embarcaciones de cerco no han salido a faenar.
Otro condicionante está siendo la búsqueda de los bancos de anchoa que ha obligado a la flota a desplazarse al este del Cantábrico pero, han explicado algunos pescadores, el tamaño de la anchoa capturada en esas aguas que se desembarcó ayer en puertos del País Vasco es, incluso, algo menor que el de la costa oriental cántabra.
En la primera gran cita de pesca en el Cantábrico las embarcaciones cuentan con una cuota récord de anchoa de 31.615 toneladas.
Para gestionar ese Total Admisible de Capturas (TAC) han establecido unos topes de descargas diarios por tipo de embarcación y de kilo, de cara a contar con un bocarte de mayor envergadura a lo largo de los meses.
También se ha limitado el 85 por ciento de la cuota al primer semestre del año con el objetivo de estirar la pesquería a, prácticamente, todo el año.