El pepino de mar es una especie antes descartada que hoy es fuente de ingresos

17 de enero de 2019

ARVI, la mayor asociación pesquera española y europea, ha presentado los resultados de un proyecto dirigido a producir y comercializar de manera sostenible el llamado pepino de mar, una especie hasta ahora descartada por la flota española pero muy demandada en los mercados asiáticos. GRUPO JOSMAR y la empresa armadora EIREPESCA han aunado esfuerzos con ARVI en la realización de este proyecto, denominado HOLOPLUS, que viene desarrollándose desde 2016 y culminó el pasado diciembre.

El proyecto, cuyo objetivo fundamental es consolidar la producción y comercialización internacional del pepino de mar, ha desarrollado diferentes actividades a bordo y en tierra. En concreto, en el buque SKELLIG LIGHT II de Gran Sol, perteneciente a EIREPESCA, se ha trabajado de cara a estandarizar el procesado a bordo en dos formatos: entero congelado o eviscerado congelado. En esa línea se han diseñado diferentes equipos auxiliares para el parque de pesca que permitirán una mejora en el procesado y la calidad del producto final. De esta forma se obtiene un producto más homogéneo de toda la flota para su exportación a Asia.

Galicia comenzó a explotar el pepino de mar  en 2015 y las lonjas gallegas pasaron de comercializar cerca de 6.800 kilos en ese año a superar los 150.000 kg en 2018, lo que supone multiplicar por 22 las capturas.

En tanto, los ingresos por las ventas aumentaron de alrededor de 17.000 euros  hasta cerca de 250.000 euros en 2018, con el que se multiplicó la recaudación por más de 14.

Los planes de explotación de la holoturia tampoco dejaron de aumentar desde que la Xunta reguló su extracción, y este año hay cinco aprobados: los de las cofradías de Vigo, Cangas, O Grove, Aldán y un conjunto de Barallobre y A Coruña.

La titular la Consejería del Mar de Galicia, Rosa Quintana, elogió la capacidad de reinventarse del sector pesquero gallego para aprovechar especies que hasta hace poco la flota descartaba por su escaso valor comercial, y a las que ahora les está buscando múltiples salidas en el mercado, como es el caso de la holoturia.

Quintana destacó durante la inauguración de la jornada de presentación de los resultados de esta investigación que  el mismo camino de la holoturia lo pueden seguir en el futuro otros recursos que antes se descartaban, tales como el marujito, el abalón o la zapata.

Proceso y comercialización

En tierra se ha proyectado una planta de secado adaptada al pepino de mar capturado por los buques pesqueros. Se ha conseguido estandarizar el proceso (tiempos de cocción, secado y salmuera), llegando a unos estándares de calidad básicos para la entrada del producto en el mercado asiático. Las pruebas se han efectuado en una planta piloto en la que también se ha realizado el secado de productos alternativos como la zapata, la oreja de mar o la pota, obteniendo resultados satisfactorios para todos ellos.

En apoyo a la comercialización, se ha desarrollado una plataforma online que permite la comunicación directa entre barco y planta en tierra para una mejor planificación de la producción y la optimización de la gestión y rentabilidad de la planta en tierra.

Tanto a bordo como en tierra, ANFACO ha estado presente como organismo de investi­gación de apoyo en los estudios previos y en las pruebas finales.

En paralelo, la flota representada por ARVI en colaboración con el Centro Oceanográfico de Vigo del Instituto Español de Oceanografía ha estudiado la biología y ecología de la especie principalmente pescada por la flota, Parastichopus tremulus, lo que ha ayudado a establecer ciertas recomendaciones para su explotación.

Los resultados del proyecto HOLOPLUS posicionarán en un nuevo mercado a las empresas del consorcio, reforzándose su competitividad gracias al conocimiento adquirido, que revertirá en nuevas aplicaciones y desarrollos futuros. La dimensión de este proyecto permitirá afianzar el posicionamiento internacional de las empresas.

Para ARVI este proyecto supone, además, dar respuesta a una captura actualmente descartada o aprovechada mínimamente por sus asociados, convirtiéndola en una oportunidad comercial económicamente viable que puede suponer una nueva fuente de riqueza para la flota de arrastre.