La Asociación de Organizaciones de Productores Pesqueros del Cantábrico (Opes) ha defendido que la pesca de la anchoa es “totalmente sostenible” en base al plan de gestión elaborado por científicos y apoyado por el Consejo Internacional de Exploración del Mar (ICES) y por la Unión Europea a través del organismo científico STCF.
En un comunicado, la Opes ha querido aclarar algunas informaciones emitidas por Asociación de Fabricantes de Conservas de Pescado de Cantabria (Consesa) en las que alertaba de que “peligra” la supervivencia de la anchoa y que, hasta el momento, lo desembarcado a puerto en la actual costera es de “escaso tamaño” para su procesado.
Sobre ese extremo, la Opes defienden que, según los informes científicos, no se han encontrado evidencias de que la explotación de esta especie “pueda ser la inductora de estos cambios”, por lo que la variación del tamaño medio de la anchoa capturada responde a “ciclos biológicos naturales o ambientales”.
Ha recordado que el plan de gestión de la anchoa incorpora una regla de explotación que consiste en una fórmula matemática para calcular el TAC (Total Admisible de Capturas) teniendo en cuenta los informes científicos sobre la biomasa esperable a comienzos de cada año.
También se establece un periodo de veda de 3 meses al año (noviembre-febrero) y se ha reducido, por ley, a 12 centímetros el tamaño mínimo de unas capturas que no podrán superar las 33.000 toneladas cuando “realmente”, según los últimos informes científicos y en función del estado actual del recurso, podrían capturarse “hasta 50.000 toneladas sin poner en riesgo la especie”, ha asegurado Opes.
La Asociación de Productores Pesqueros del Cantábrico ha señalado, asimismo, que la flota dedicada a la pesquería de la anchoa lleva desde hace 5 años implementando mejoras que permiten contar con información sobre capturas incidentales e interacciones con especies protegidas o el establecimiento de unos objetivos específicos de la pesquería que reconozcan explícitamente la sostenibilidad de la actividad.