La conselleira del Mar de la Xunta de Galicia, Rosa Quintana, defendió este martes en el Consejo Consultivo de Política Pesquera para Asuntos Comunitarios, la necesidad de que en la fijación de las cuotas de pesca para 2021 se tengan en cuenta los aspectos socio-económicos.
Y también que haya coherencia con el análisis de los informes científicos para evitar variaciones en las posibilidades de pesca, tanto al alza como a la baja, superiores al 15 %.
Quintana volvió a insistir en esta demanda de Galicia durante el encuentro preparatorio del Consejo de Ministros de Pesca de semana que viene, en el que se analizarán las propuestas de pesca para el mar Báltico, una zona en la que la flota gallega apenas tiene intereses pero que sirven como indicador de las medidas de gestión que se van a adoptar en las pesquerías el próximo año y que pueden dar idea de cómo será la negociación de las cuotas de 2021 en el tradicional Consejo de Ministros de Pesca del mes de diciembre.
La representante del Ejecutivo gallego abordó también, según informa la Xunta en un comunicado, la necesidad de tener en cuenta la obligación de desembarque y la adopción de medidas para hacer frente a esta situación, como la aplicación de incrementos destinados a paliar sus efectos, el traspaso de cuotas entre zonas o la eliminación de totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas de escasa cuantía o valor para evitar los descartes.
Rosa Quintana, que volverá representar al resto de comunidades autónomas españolas en el Consejo de Ministros de Pesca, recordó además la importancia de tener en cuenta en la fijación de las cuotas el esfuerzo realizado por la flota pesquera española y gallega en los últimos años para llevar buena parte de las especies a niveles de Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), el nivel óptimo de capturas que puede extraerse de una población de peces sin perjudicar el stock.
En este sentido, la titular de Mar incidió en que cerca del 80 % de todos los TAC existentes en el Atlántico así como el 99 % de las cantidades desembarcadas en la UE procedentes de estas aguas se encuentran en niveles de Rendimiento Máximo Sostenible, una mejoría que es más acentuada en aquellas zonas en las que faenan las flotas gallegas -Cantábrico Noroeste y Gran Sol-, que impulsan en gran medida ese avance.
Galicia también lamentó en la reunión, a través de la conselleira, el contraste existente entre las medidas de gestión adoptadas en determinadas pesquerías como aguas del Báltico, muy restrictivas con el objetivo de alcanzar el RMS ya en 2020, mientras que en otras zonas como el Mediterráneo o el mar Negro, con stocks en peor situación, se aplica una mayor flexibilidad y se permite la adecuación de la gestión a niveles de Rendimiento Máximo Sostenible para 2025.
Es por esto que la comunidad autónoma demanda que los esfuerzos de Galicia y España se tengan en cuenta a la hora de adoptar medidas de gestión en las pesquerías en las que opera su flota.
El Consejo Consultivo de Política Pesquera también sirvió para analizar las consultas anuales de 2021 de la UE con Noruega, que se enmarcan en el acuerdo pesquero bilateral firmado por las partes, sobre las que Galicia le trasladó al Estado la necesidad de mantener los criterios establecidos en el acuerdo histórico vigente, e insistió en el interés de maximizar las posibilidades de pesca del bacalao ártico noruego para la flota gallega -también conocido como bacalao de cohesión- pero sin que esto vaya en detrimento de las cuotas de otras especies de interés para España.
La conselleira del Mar destacó además la importancia que tiene en la actualidad el brexit, que está generando distorsiones en los debates ante las consecuencias que tendrá el abandono de la UE por parte del Reino Unido.
En ese momento, recordó Quintana, habrá un nuevo estado costero con aguas en las que trabajan tanto la flota europea como la noruega, por lo que será necesario contar con un marco de relaciones claro que defina las posibilidades de pesca de las distintas flotas en la zona.