La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural ha incrementado el importe de las ayudas destinadas a compensar la inactividad por parte de la flota de cerco del Golfo de Cádiz entre el 1 y el 28 de febrero de 2022 y que se realizó de manera adicional.
De esta forma la cantidad final destinada a armadores y tripulantes que no pudieron faenar de manera forzosa por un período mínimo de 5 días y máximo de 28, será finalmente de 303.000 euros, ha informado la Junta en un comunicado.
La consejera, Carmen Crespo, ha querido destacar este martes el esfuerzo que viene haciendo el Gobierno andaluz para “compensar el impacto que en la economía de armadores y tripulantes tienen los períodos de inactividad forzosa” recordando que este tipo de ayudas solo se han puesto en marcha con la llegada del nuevo Gobierno andaluz hace cuatro años, al mismo tiempo que “se ha venido realizando una importante simplificación administrativa para que las ayudas fuesen más asequibles para quienes las precisaban”.
Crespo ha observado igualmente que en el caso del cerco en el Golfo de Cádiz faenan del orden de 70 embarcaciones, con base en Huelva y Cádiz, con una tripulación de 300 personas, que son en definitiva “parte importante de la pesca artesanal en Andalucía”.
Ha enfatizado, además, que ésta es una prioridad para la Consejería ya que “mejorar sus condiciones es asegurar al sector pesquero y garantizar su futuro”.
En el caso concreto de estas subvenciones, que están cofinanciadas por el Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (Fempa), hacen compatibles el mantenimiento de la actividad económica y el empleo con la sostenibilidad de los caladeros y las especies.
Por ello, Carmen Crespo ha querido poner en valor “el compromiso del sector andaluz con estos caladeros que requieren de paradas para garantizar su futuro, siempre de acuerdo a los informes técnicos actualizados que se realizan”.
Las embarcaciones de cerco con puerto base en el Golfo de Cádiz realizaron entre el 1 de diciembre de 2021 y el 1 de febrero de 2022 una parada técnica dirigida a la regeneración de especies de interés comercial como el boquerón, la sardina o la caballa viéndose posteriormente en la tesitura de hacer una parada adicional durante todo el mes de febrero, que es el objeto de estas ayudas.