La Eurocámara dio luz verde al primer plan pesquero para el Mediterráneo occidental

25 de abril de 2019

El pleno del Parlamento Europeo (PE) aprobó el primer plan pesquero plurianual para la gestión y conservación de las especies demersales -aquellas que viven cerca del fondo del mar-, en el Mediterráneo occidental, con el fin de proteger los hábitats sensibles y la pesca artesanal.
El plan entrará en vigor el 1 de enero de 2020 y cubre las aguas del Mediterráneo occidental a lo largo de la zona norte del mar de Alborán, el golfo de Lion y el mar Tirreno, incluidas las islas Baleares, Córcega y Cerdeña, informó el Parlamento Europeo en un comunicado.

El texto fue aprobado con 461 votos a favor, 62 en contra y 101 abstenciones. Los eurodiputados aprobaron, entre otras medidas, la prohibición del uso de redes de arrastre a menos de seis millas náuticas (unos 11,1 kilómetros) de la costa -excepto en áreas con más de cien metros de isóbata- durante tres meses al año, un periodo que será establecido por cada país con el fin de reducir al menos el 20 % de las capturas de juveniles de merluza.

También acordaron limitar la pesca recreativa cuando su impacto sobre la mortalidad marina sea demasiado elevado y establecer un máximo de 15 horas por jornada de pesca. En el primer año de aplicación, el esfuerzo pesquero máximo deberá reducirse un 10 % respecto al número de días autorizados entre 2012 y 2017, y los cuatro años siguientes tendrá que recortarse un 30 %.
El texto pide una revisión del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) para permitir que las flotas cubiertas por esta normativa puedan solicitar una compensación económica en caso de interrupción permanente de su actividad. El plan, que cubre especies como la gamba roja, el langostino moruno, la merluza europea, la cigala y el salmonete de fango, afecta a una flota de alrededor de 10.900 barcos, de los cuales el 50 % son italianos, el 39 % españoles y el 11 % franceses, según datos del Parlamento Europeo publicados en 2015.

La Eurocámara también dio luz verde a un plan a largo plazo –hasta 2031–, para combatir la sobrepesca del pez espada en el Mediterráneo, que se verá reflejado en la implementación de una de las medidas más restrictivas en la legislación europea para impulsar la recuperación de esta especie.

El Gobierno

El Gobierno español valoró el Plan Plurianual para las especiales demersales en el Mediterráneo occidental por recoger “prioridades” defendidas por España y haber eliminado “propuestas planteadas por la Comisión Europea que resultaban inadecuadas”. En un comunicado, desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación subrayaron que el documento, logra un “equilibrio entre los aspectos biológicos y socio-económicos” y garantiza “que la transición hacia la sostenibilidad de los recursos sea suave”.

El Ejecutivo ha recordado que se posicionó en contra de la propuesta inicial de la CE de establecer Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas para el Mediterráneo por tratarse de “un sistema poco apropiado para el tipo de pesquería multiespecificas que se practican en dicho mar”.
Además, también manifestó su oposición al establecimiento de una veda de 100 metros de profundidad en toda la franja litoral.

El documento final ha descartado el uso de un sistema de gestión pesquera en el Mediterráneo basado en el establecimiento de TAC y cuotas, y en el ámbito de la veda se ha llegado a un acuerdo que permite “mayor flexibilidad”. Mientras que la CE proponía alcanzar el Rendimiento Máximo Sostenible ya en 2020, España defendió que era necesario un periodo mayor para poder alcanzarlo de forma progresiva.
Según el Ministerio, el texto final reduce el esfuerzo a un 10 % en el primer año, frente al 30 % que figuraba en el original.

“Se ha establecido una reducción del esfuerzo de un 10 % el primer año y hasta un máximo de un 30 % adicional en los cuatro años sucesivos, en función de la situación de la pesquería. Es decir, solo se producirá la reducción adicional del 30 % del esfuerzo pesquero si se constata que la recuperación de los stocks no se produce”, precisó en el comunicado.

Junta de Andalucía

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible expresó su rechazo al plan de gestión de la pesca en el Mediterráneo occidental que plantea la Unión Europea y reclama mayor sensibilidad con el sector pesquero andaluz. La consejera, Carmen Crespo, dijo que se trata de un sector al que “no se le pueden pedir más esfuerzos” después de ver reducida su flota de 209 a 92 embarcaciones desde el año 2000, según traslada el Gobierno andaluz en una nota. “Entendemos que se elabore un plan global para el Mediterráneo, pero no que el esfuerzo mayoritario se le pida a Andalucía; a Almería, Granada y Málaga, cuando otras comunidades como Cataluña o Valencia no lo han hecho”, enfatizó.

Reiteró que “no se le puede pedir más a la flota de pescadores de arrastre de Andalucía” y apuntó que este plan, votado en el Parlamento Europeo, incluye reducir la actividad pesquera en un 10 % en
2020, y un 30 % adicional en los cuatro años siguientes hasta 2024.
Crespo insistió en solicitar, con la ayuda del Ministerio, un plan que salvaguarde el mantenimiento de los barcos y con ello garantice un futuro de sostenibilidad económica y social. “Pedimos sensibilidad con una pesca familiar, que produce posibilidades en las lonjas de toda Andalucía”, añadió.

El Consejo de Gobierno mostró su apoyo al sector y el Parlamento andaluz aprobó una declaración institucional firmada por todos los grupos políticos en defensa de una modalidad de pesca que constituye un segmento vital para los distintos puertos pesqueros que discurren entre Estepona (Málaga) y Garrucha (Almería).

El sector

Según las declaraciones de José María Gallart, gerente de la Asociación de Empresarios de la Pesca de Almería (Asopesca) y vicepresidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape), hechas al Diario de Almería, este acuerdo no recoge ninguna petición del sector español, salvo un par de cuestiones obvias. Hay un estudio de la Mediseh (Mediterranean Sensitive Habitats) que pone de manifiesto que los alevines sobre todo, de salmonete, merluza y bacalailla se localizan a más de 200 metros de profundidad. Además, se mantiene el periodo de referencia de 2015-2017 para calcular el esfuerzo cuando el sector pedía el 2012- 2016 y que fuera en base al número máximo de días acreditados y no el esfuerzo medio en número de días. “En esta línea se acuerdan las horas relativas al esfuerzo pesquero según la conveniencia de Francia e Italia y sin tener en cuenta al Mediterráneo español. Por otro lado, se prevé la eliminación de las paradas temporales. Aunque esto no es definitivo, las perspectivas no son buenas”, afirmó Gallart.

Los pescadores almerienses tachan al Ministerio de Agricultura de complaciente con las decisiones que está tomando la UE e incluso en lugar de defender a su sector, llegaba recientemente a sellar un compromiso con Francia e Italia en cuestiones que perjudican la actividad en España. En esta línea, el sector pesquero andaluz tenía a la administración autonómica como aliada, si bien desde el cambio de Gobierno acusa la falta de liderazgo en defensa de la pesca de arrastre en este momento crítico. Además, mientras sí se ha pronunciado sobre otros temas como los relativos al sector agrícola, reprocha a la nueva consejera de Agricultura, también almeriense, Carmen Crespo, el no mediar en este plan que puede acabar con un sector que consta de 92 embarcaciones en la comunidad (48 en Almería) que generan 460 empleos directos (240 en esta provincia) y unos 2.300 indirectos (1.200 en los límites almerienses).

Oceana

Oceana lamenta las vacilaciones políticas a la hora de recuperar el mar con más sobrepesca del mundo, restablecer las poblaciones de peces agotadas y restringir el arrastre de fondo. “La pesca en el Mediterráneo es el salvaje oeste y esto está llevando a una crisis medioambiental. Las autoridades saben cuál es el camino de la sostenibilidad, porque ya lo siguieron para recuperar las pesquerías del Atlántico. Las tímidas medidas aprobadas por el Parlamento son un paso necesario, pero necesitamos más para salvar la pesca en el Mediterráneo”, afirmó María José Cornax, directora de Estrategia Política de Oceana Europa.

Oceana considera que el plan es un avance en la dirección correcta, dado que por primera vez equipara el marco de gestión pesquero de España, Francia e Italia. Sin embargo, el Mediterráneo está lejos de librarse de la sobrepesca, con más del 80 % de las poblaciones de peces sufriendo esta situación.
“Calculamos que el esfuerzo pesquero de la pesca de arrastre podría aumentar hasta un 35 % en España debido a la flexibilidad que introduce el plan”, señaló Marta Carreras, científica marina de Oceana. “Por ello, será imprescindible que el Ministerio de Agricultura y Pesca aplique el Plan de manera restrictiva, asegurando una reducción efectiva del impacto de la pesca sobre los ecosistemas y evitando así que la UE se vea obligada a tomar medidas de emergencia, incluyendo cierres de las pesquerías que se encuentren en riesgo de colapso”.